Las has probado todas a lo largo de los años: la dieta Dunkan, la keto, la paleo, la detox…
Cientos y cientos de dietas y todavía no sabes si funcionan, si son buenas para tu cuerpo o si, por el contrario, te están haciendo más mal que bien.
Para aclararte un poco la cabeza, vamos a repasar las dietas más de moda de los últimos años, de tal forma que puedas al final del blog elegir con algo más de criterio… eso sí, siempre de la mano de un nutricionista que te ayude a gestionar todo el proceso de la mejor manera.
¡Empezamos!
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La dieta hipocalórica:
Es una dieta basada en el déficit calórico, es decir, en consumir menos calorías de las que son necesarias en nuestro día a día para así aportar menos energía a nuestro organismo. Estas dietas se suelen usar en casos de sobrepeso u obesidad, pero se debe tener cuidado, ya que en muchas ocasiones provocan efecto rebote. Para hacer bien esta dieta, se debe conocer de forma adecuada cual es nuestra propia cantidad óptima de calorías diarias y así realizar un consumo adecuado y responsable y no pasarnos quitándonos calorías de más que son fundamentales para aguantar nuestro día a día. Muchas de las dietas que veremos a continuación estarán en parte basadas en esta ingesta menor de calorías, ya que se basan en comer productos mucho más naturales y menos calóricos.
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La dieta hipercalórica:
Todo lo contrario a la anterior, se emplea para realizar subidas de peso. Esto no quiere decir que lo que se consuma sea comida más insana, por el contrario, suelen consumirse más cantidad, pero de comida sana. Esta dieta la suelen emplear personas que quieren aumentar su masa muscular, aunque también puede emplearse en personas que quieran simplemente aumentar su peso al encontrarse en bajos índices de peso corporal.
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La paleo dieta:
Esta dieta se establece en torno a que comerás lo que nuestros ancestros cazadores-recolectores comían: alimentos completos como las semillas, vegetales, nueces, carnes magras, huevos… evitando los alimentos procesados y restringiendo la toma de cereales, productos lácteos y legumbres. Evitar estos alimentos puede hacer que esta dieta sea demasiado restrictiva y que no a todo el mundo le venga bien, por lo que hay que tener cuidado.
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La dieta Dunkan:
Creada para la pérdida de peso y que reduce enormemente el cómputo final total de calorías, se basa en una alimentación alta en carnes y baja en hidratos. Esta dieta limita también la ingesta de grasas, lo cual no es del todo saludable, ya que la ingesta de grasa en dietas altas en proteína, favorecen el aumento del metabolismo. Además, al restringir calorías, se produce en general una pérdida de masa muscular y el cuerpo tiende a conservar energía, lo que hace que el metabolismo se ralentice.
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La dieta Atkins:
Esta dieta te permite comer tanta proteína y grasa como quieras, pero olvídate los carbohidratos por un tiempo. Los carbohidratos tienen menor poder saciante que otros alimentos, por lo que si cambias tu dieta a una en la que están muy restringidos, comerás menos calorías sin darte cuenta al estar más saciado. Además, esta dieta se caracteriza por tener dos fases, una en la que comes menos de 20 gramos de hidratos al día y otra posterior en la que, una vez te acercas a tu peso ideal, introduces de nuevo en tu dieta hidratos de carbonos saludables. Esta dieta también mejora el azúcar en sangre, el colesterol HDL (el bueno) los triglicéridos y otros marcadores de salud.
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La dieta Keto:
Esta dieta se basa en obligar a tu cuerpo a usar como energía los cuerpos cetónicos que produce el hígado a partir de la grasa acumulada en vez de la glucosa proveniente de la ingesta de carbohidratos. Esta dieta se parece bastante a la dieta Atkins, pero su principal diferencia es que en la Atkins se van introduciendo los carbohidratos en la dieta después de una primera fase en la que se reduce su toma. Seguir esta dieta puede resultar un poco difícil, hacer que el hígado produzca estos cuerpos cetónicos a veces se vuelve complicado, ya que debes reducir los carbohidratos hasta mínimos (como mucho entre 20-50 gramos al día) e incrementar la ingesta de grasas saturadas (las peores para la salud) e insaturadas (las buenas). También se debe tener en cuenta que cuesta algunos días alcanzar el estado de cetosis y que comer mucha proteína (como se espera en parte en esta dieta) puede interferir en ese proceso. Esto hace que esta dieta tenga riesgos para la salud, ya que puede incrementar el colesterol LDL (el “malo”), producir deficiencias nutricionales, problemas de hígado y riñones al hacerlos trabajar más y con menos nutrientes, problemas de estreñimiento e incluso cambios de humor y pensamiento confuso, al privar al cerebro de su principal fuente de energía, la glucosa.
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El ayuno intermitente:
Tenemos un blog entero dedicado a este método que seguro te resulta interesante por todos los beneficios que tiene. Esta dieta, más que restringir lo que comes, exige comer solo en unos determinados momentos del día, según el ayuno que se realice, hay diferentes tipos:
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- Ayuno 14/10: no comes 14 horas y solo puedes comer las 10 restantes.
- Ayuno 16/8: el que hace la gran mayoría de la gente que sigue esta dieta, en gran parte de casos supone no realizar el desayuno o la cena.
- Come-para-come: una o dos veces por semana realizas 24h completas de ayuno.
- Ayuno 5:2: durante dos días seguidos restringes tus calorías hasta las 500-600 calorías, el resto de los 5 días no realizas restricciones de tiempo ni calorías.
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La dieta detox:
Estas dietas prometen limpiar tu cuerpo y eliminar las toxinas acumuladas a través de un periodo de ayuno y luego una dieta estricta formada por frutas, vegetales, agua y zumos. Las dietas detox varían según las modalidades en tiempos de ayuno, líquidos a consumir, suplementos, uso de laxantes o enemas… En cualquier caso, no existe un consenso científico de que sustancias tóxicas son las que se supone que se eliminan ni si estas dietas son del todo efectivas.
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La dieta vegana:
En boca de todos, es, en general, una decisión más ética que por pérdida de peso, ya que en esta dieta no se consumen animales ni derivados de producto animal. Sin embargo, esta dieta suele ser muy efectiva para bajar de peso, al ser rica en fibra y baja en grasas. Se debe tener en cuenta que hay personas que no podrán llevar una dieta vegana por sus propios metabolismos, además de que, en ocasiones, las personas veganas tienen que tomar suplementos vitamínicos o proteicos.
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La dieta mediterránea:
Es una dieta que se basa en alimentos tradicionales, aceite de oliva, frutas, verduras, semillas y consumo ocasional de lácteos y sus productos derivados, huevos, pescados y legumbres. Es completa y equilibrada y se la reconoce mundialmente por sus múltiples beneficios a la salud; menor riesgo de enfermedades cardiacas, diabetes, previene la hipertensión, mejora la función cognitiva…
En definitiva, hay dietas para todos los gustos y para todas las necesidades, no creemos que exista una dieta definitiva única, pero sí que podemos decir que, al final una buena dieta debería incorporar todos los elementos de la pirámide alimentaria y evitar o disminuir el consumo de alimentos procesados e hipercalóricos.
Lo mejor para tu cuerpo es que consultes siempre con un profesional que te indique los alimentos que son mejores para ti y cuales en concreto pueden causarte daño o irte peor.
Y por supuesto, no olvides moverte y hacerte ejercicio, comer bien es fundamental, pero evitar el sedentarismo es igual de importante.
Referencias:
https://ienutricion.com/tipos-de-dietas/
https://www.healthline.com/nutrition/9-weight-loss-diets-reviewed#TOC_TITLE_HDR_5
https://evolutionadvance.com/guia-completa-para-conocer-la-dieta-paleo-2021/
https://abasto.com/salud/10-beneficios-de-la-dieta-mediterranea/
https://www.healthline.com/nutrition/detox-diets-101#methods
https://dietamediterranea.com/nutricion-saludable-ejercicio-fisico/