Hoy en día, la presencia de la mujer en el mercado laboral se da casi por supuesta. Sin embargo, no hace tanto, costaba ver a mujeres desempeñando labores más allá del hogar. Este cambio de mentalidad tuvo lugar a principios del siglo XX y se enmarca en un período donde las mujeres reclamaron derechos civiles de los que no habían disfrutado anteriormente. No obstante, recientemente se ha publicado un informe del Foro Económico Mundial en el que se cifraba en 217 años el tiempo necesario para alcanzar la igualdad entre sexos.
Actualmente, el 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer. Las Naciones Unidas eligen anualmente un tema como leitmotiv de la reivindicación. En 2018, el lema escogido es #PressforProgress, para seguir impulsando la paridad entre hombres y mujeres en aquellos ámbitos laborales donde aún no se da.
El trabajo marca en buena medida el nivel de estrés que percibimos, un factor muy vinculado a la manera en que envejecemos y a la longitud de nuestros telómeros. También el envejecimiento puede diferir según las características de cada sexo, estudiando tanto sus genes como su estilo de vida.
Nuestros objetivos de salud varían en función de las diferencias entre sexos. Según un estudio de la aseguradora Aegon, la posibilidad de sufrir un cáncer de mama ocuparía la cuarta posición en la lista de preocupaciones de las mujeres españolas. Por tanto, la prevención y el diagnóstico resultan especialmente importantes para ellas. Dedicar un día al año a resaltar la figura de la mujer en nuestra sociedad lleva a ocuparse de sus necesidades en materia de salud.
