La RAE describe la felicidad como “Estado de ánimo de la persona que se siente plenamente satisfecha por gozar de lo que desea o por disfrutar de algo bueno”, que, dicho así, aunque genérico, suena bastante sencillo… pero la realidad es que todos sabemos que encontrar la felicidad es un proceso mucho más complicado.
La felicidad tiene múltiples formas y carices, además de ser algo muy personal; cada persona es feliz con cosas muy diferentes; hay quien necesita muy poco y otros que por mucho que tengan jamás encuentran la satisfacción en ello, pero más allá de las índoles filosóficas que puede tener este tema…
¿Sabías que existe un factor puramente biológico que nos predispone a ser más o menos felices? A esto vamos a llamarlo la química de la felicidad.
Como todo lo que ocurre en nuestro cuerpo, los estados de ánimo se ven influenciados por las diferentes reacciones químicas entre sustancias que interactúan entre sí.
En concreto, se han detectado 4 hormonas cuya presencia o ausencia hace que nos encontremos más o menos felices. Estas son comúnmente conocidas como el cuarteto de la felicidad: la dopamina, la serotonina, las endorfinas y la oxitocina.
¿Qué papel tienen cada una de estas hormonas?
- Dopamina: Este neurotransmisor se descubrió hace 70 años y desde entonces se han conociendo las múltiples implicaciones que tiene sobre todo nuestro organismo. A la dopamina se la conoce como la hormona del placer y no es para menos, ya que activa todo un proceso de cascadas químicas internas llamado circuito de la recompensa, lo que hace que tendamos a repetir una y otra vez ciertos comportamientos en busca de esa sensación de satisfacción. Como curiosidad, esta hormona es parcialmente culpable de las compras compulsivas o de la adicción a los juegos de azar. (1)
- Serotonina: es un neurotransmisor directamente implicado en la regulación de estados de ánimo, funciones fisiológicas y conductas sociales, reproductoras, ritmos circadianos… entre muchas otras. Desequilibrios en la serotonina se relacionan directamente con enfermedades como la esquizofrenia, la depresión, la epilepsia o la ansiedad. (2)
- Endorfinas: Este neurotransmisor está relacionado con la disminución del dolor y la sensación de bienestar. Se las conoce como la morfina endógena, ya que se une a los mismos receptores de opioides que esta droga, pero se crea de forma natural por nuestro cuerpo, por lo que no tienen efectos secundarios y se la considera más efectiva. (3, 4)
- Oxitocina: A esta sustancia secretada generalmente en el cerebro se la conoce como la hormona del amor precisamente porque está directamente implicada en el proceso del enamoramiento. También es una hormona que tiene un papel estrella en el momento del parto, es más, en muchas ocasiones los médicos deciden inyectársela a las futuras madres para acelerar todo el proceso de dilatación. Además, se la ha señalado como una de las hormonas fundamentales en la maternidad y la lactancia. (5) A esta hormona se le han atribuido maravillas para mejorar las habilidades sociales y algunas enfermedades como la depresión, el síndrome postraumático o el autismo entre otros.
¿Qué podemos hacer para mejorar los niveles en nuestro organismo de estas sustancias?


- Haz ejercicio: Se ha comprobado que ejercitarse produce una liberación de hormonas asociadas con el bienestar y la felicidad, sobre todo en el caso de las endorfinas. Si además lo haces al sol, aumentas su efecto.
- Cultiva tus relaciones sociales: Mantener un círculo cercano en quien pueda confiar y pasar tiempo con amigos y familia es algo fundamental para inducir la secreción de estas sustancias y sentirnos seguros y felices.
- Potencia la felicidad eligiendo ciertos alimentos: Aunque no podamos introducir estas sustancias de forma natural con la dieta, si podemos introducir ciertos alimentos en ella que incrementen y potencien la producción de estas sustancias en el organismo. Por ejemplo, comer chocolate negro con moderación ayuda a aumentar los niveles de oxitocina, mientras que si comes picante, potenciarás la creación de endorfinas.
- Márcate objetivos y cúmplelos: Con esto conseguirás activar el ciclo de la recompensa del que hablábamos previamente y, por lo tanto, se secretará más dopamina y más serotonina, lo que provocará que te sientas más satisfecho contigo mismo.
- Reír, abrazar y dar o recibir un regalo también es una buena forma de activar la oxitocina y la serotonina. (6, 7)
Al final la felicidad tiene infinitas formas, pero si de algo estamos seguros, es que seguir una vida tranquila y plena rodeados de nuestros seres queridos siempre nos llevará a ser mucho más felices y a estar más cómodos con nosotros mismos y con los demás.