La creciente incidencia en cáncer que se viene observando en las últimas décadas hace que esta sea la enfermedad del siglo XXI. Crece la preocupación por esta enfermedad, para la cual sigue sin haber una causa concreta y ni por tanto un tratamiento curativo. Tienen lo telómeros algo que decir en este campo?
Crece la preocupación de la Sanidad Pública y el coste de los fármacos innovadores. Sin embargo, los recursos son limitados y esto hace que se busquen alternativas para reducir los costes.
Una de estas alternativas es la búsqueda de marcadores del cáncer. Un biomarcador tumoral puede tener varias funciones:
Diagnóstico: Nos va a revelar la presencia de células tumorales
- Pronóstico: Indica la agresividad del tumor
- Predictivo de respuesta: nos dirá si el paciente responderá o no a un tratamiento
En la actualidad existen numerosos biomarcadores bien establecidos que los oncólogos utilizan en su práctica clínica diaria. La longitud telomérica es un biomarcadores tumorales de los que más se esta hablando. Se sabe que los tumores tienen alterada la síntesis de esta parte del ADN pero no se ha relacionado aún la causa-efecto.
Son numerosas las universidades, hospitales y centros de investigación que buscan la relación entre estas moléculas y el desarrollo del cáncer. Es el caso del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, en España, que desde hace tiempo estudia este campo. En esta línea, Life Length ha puesto la mira en la validación clínica de su prueba Telomere Analysis Technology® (TAT®) como una simple prueba de sangre para el diagnóstico temprano, el pronóstico y la respuesta al tratamiento en el contexto del cáncer, con una subvención de Fase II de 3,1 millones de euros el programa Horizonte 2020 de la Unión Europea bajo el nombre del proyecto ONCOCHECK.
A pesar de todo ello, aún queda mucho por descubrir entorno a los biomarcadores en cáncer.